Las Cofradías empiezan a ser conscientes de lo que les viene encima

Tras las elecciones a la presidencia de la Junta de Cofradías escribía un artículo en el cual afirmaba que las Cofradías, especialmente las más humildes, iban a pagar muy caro la salida de Iguacel como presidente de la Junta de Cofradías. 

Después de varias semanas desde la confirmación por parte del obispo de una de las mayores vergüenzas de nuestra Semana Santa como fue el proceso “electoral” llevado a cabo tras un “paripé” vomitivo sin precedentes, algunas Cofradías empiezan a ser conscientes de lo que se les viene encima.

No todas son capaces de navegar con financiación propia llegada de las cuotas de cofrades, pues precisamente la mayoría de las Cofradías, excepto Dolores, no pueden sobrevivir sin ayuda externa, bien sea pública o privada.

Curiosamente una de las ayudas más grandes en materia de financiación y que con el que casi “compartían” mecenas dos Cofradias (Angustias y Soledad) este ya les ha informado que ya no seguirá aportando dichas ayudas económicas que estas venían recibiendo en los últimos años. Como ya os conté hace unas semanas, dicho mecenas era cofrade de la Soledad, y entre el capítulo de la Junta de Cofradias y el no menos bochornoso nombramiento también por parte del obispo de Carlos Cal como nuevo Hermano Mayor con todo el historial que tiene por detrás, ha decidido también darse de baja como cofrade de la Soledad. Para que os hagáis una idea, dicho mecenas fue el que puso encima de la mesa dinero para la compra del Cristo de la Buena Muerte que estrenó la Soledad en la última Semana Santa o la de la nueva Virgen de los Desamparados de las Angustias que también se estrenó el año pasado. Si nos vamos más atrás en el tiempo tenemos muchos más ejemplos.

Hay preocupación en estas dos Cofradías especialmente en donde además sus economías son como las de una familia que no llega a final de mes. A día de hoy la tesorería en caja es más bien casi inexistente.