Esta semana con motivo de la visita del alcalde de la ciudad José Manuel Rey Varela, a la sede de la Cofradía de Dolores, pudimos ver de cerca nuevamente al Santísimo Cristo de la Misericordia (al original, el de verdad), que fue retirado del altar mayor debido a las obras en la Iglesia de Dolores y que podría ser trasladado a la iglesia de Caranza durante la realización de las mismas.
La gran joya de la iglesia de Dolores y Titular de la Cofradía de Dolores. El gran olvidado (por el desconocimiento) y el gran desconocido, sobre todo para los cofrades más jóvenes que no lo vieron nunca en la calle, y los no tan jóvenes también. Para mí sin duda el mejor Crucificado de la ciudad, junto al del Desenclavo de San Julián. El Cristo de la Misericordia original, fue tallado en 1868 por el imaginero afincado en la Graña, Baldomero Baño. Es una obra de arte y por supuesto y sin ningún genero de duda, muy superior en calidad al que procesiona en la actualidad como Cristo de la Misericordia cada Jueves Santo por la noche (no confundir calidad, con más bonito o mas feo que...).
Sin duda otro de los errores mayúsculos de la Cofradía de Dolores. El irse a otro Cristo y no restaurar esta joya única que poseemos y que no se ha sabido aprovechar, como tantas otras que cayeron o están cayendo en el olvido por "escapar" y no creer en un restauración más que necesaria. Es cierto que en determinados momentos en los que se llegó a valorar una posible restauración las relaciones con el párroco de turno no eran las mejores. Pero es cierto que los años cambian y van pasando, y como ya hay un sustituto, ya ni se he vuelto a valorar y este ha caído en un profundo olvido. Para mí sin duda es el verdadero CRISTO DE LA MISERICORDIA en mayúsculas. Y no lo digo yo, es que lo es. Es el original y el que un día dio nombre a la Cofradía junto a la Virgen de Dolores. Que nadie se olvide de ello, por mucho cariño que se le tenga al otro. Este es el Titular.
Un Cristo con una característica muy especial, y es que viéndolo de cerca se le ve una parte del rostro como deforme o aplastado, ya que se trata de un Cristo de altar y que está tallado para verlo y ver sus expresiones desde abajo cuando este está subido en el altar, en donde ya no se aprecia ese rasgo deforme. Es realmente una auténtica maravilla de talla.
Un Crucificado que como otras tantas imágenes de la ciudad ha sufrido la "comodidad" de los que han mandado tanto en la Cofradía como en la Diócesis y/o Parroquia, y fue cayendo en el olvido con el paso de los años, cuando con una restauración en condiciones y por personal experto, tanto la Cofradía como la Parroquia dispondrían de una autentica joya y en unas condiciones bien diferentes. Pero cuando no se cree o es más cómodo comprar que restaurar, pasa lo que pasa.
Espero que en un futuro no muy lejano la Cofradía o incluso la Diócesis, caiga en manos de alguna persona que sepa apreciar y valorar lo que se tiene, y que se deje de comprar por comprar y se dedique a mejorar y restaurar lo bueno que tenemos que es mucho y muy variado, como por ejemplo el manto de la Virgen de Dolores, que eso se ha convertido en la obra del Escorial, o incluso una restauración en condiciones de la propia Dolorosa para recuperar de una vez por todas todas sus expresiones perdidas tras la nefasta "restauración" a lo que la abocó Xosé. Pero claro, para acometer el futuro hay que conocer el pasado, y ese es el gran problema.
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